La dieta BARF mejora la salud dental y favorece un pelaje brillante. También aporta energía extra y puede facilitar la digestión. En algunos casos, disminuye alergias y sensibilidades alimentarias al eliminar ingredientes procesados.

La transición a la dieta BARF puede hacerse gradualmente una vez que el cachorro haya alcanzado al menos tres o cuatro meses de edad. Si tienes alguna duda recomendamos que consultes a un nutricionista canino o veterinario.

Para calcular la cantidad de Barf que debes darle a tu peludo depende de varios factures. Un cálculo general sin tener en cuenta las variables sería entre un 2-3% de su peso ideal. Las cantidades facilitadas son orientativas y debes fijarte en tu perro y realizar variaciones en función de su evolución.